la iglesia de la cubana que asegura ser la esposa de Dios

Lisbet García es una cubana que asegura ser nada menos que la esposa de Dios y la reencarnación de Cristo en la Tierra.

Con un pasado marcado por su relación con el predicador puertorriqueño José Luis De Jesús Miranda, Lisbet ha creado su propio movimiento religioso conocido como Rey de Salem, el cual cuenta con miles de seguidores en América Latina, Europa y Estados Unidos.

A pesar del velo de misterio que rodea su vida, Lisbet ha logrado captar la devoción de cientos de personas que no solo la reconocen como una figura divina, sino que también están dispuestas a contribuir con diezmos y ofrendas para sostener su iglesia.

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¿Quién es Lisbet García, la cubana que dice ser la esposa de Dios?

Lisbet García es una cubana de 43 años, residente en Estados Unidos, y viuda del predicador puertorriqueño José Luis De Jesús Miranda, quien en vida se autoproclamó como “Jesucristo Hombre”.

Tras la muerte de Miranda en 2013, Lisbet asumió el liderazgo de la iglesia Rey de Salem, proclamándose como la reencarnación de Cristo y la esposa de Dios Padre.

Según las enseñanzas de Rey de Salem, Dios es una entidad dual conformada por un aspecto masculino (Dios Padre) y uno femenino (Dios Madre).

Lisbet se presenta como Dios Madre y asegura haber creado «cielos nuevos y tierra nueva» para la humanidad. Sus mensajes llegan a miles de seguidores en más de 20 países, especialmente en América Latina y Europa, a través de redes sociales, transmisiones en vivo y predicaciones grabadas.

Sin embargo, su proclamación como la «esposa de Dios» y sus interpretaciones de la Biblia han generado rechazo por parte de diversas instituciones religiosas, especialmente la iglesia católica.

¿Por qué asegura ser la esposa de Dios?

La proclamación de Lisbet García como la esposa de Dios está basada en una particular interpretación bíblica promovida por la iglesia Rey de Salem, fundada tras la muerte de su esposo.

Según esta doctrina, Dios es una entidad dual que incluye aspectos masculinos y femeninos, siendo Lisbet la representación terrenal de Dios Madre. Los textos oficiales de Rey de Salem afirman que Jesucristo era una mujer embarazada.

García sostiene que, como esposa de Dios Padre, ha venido a cumplir las promesas divinas y guiar a la humanidad hacia una “tierra prometida”. Su figura centraliza las enseñanzas de esta iglesia, donde sus seguidores creen que a través de ella pueden acercarse a Dios y alcanzar la salvación eterna.

Críticas de la iglesia católica

La iglesia católica ha sido enfática al rechazar las declaraciones de Lisbet García y las doctrinas de Rey de Salem.

De acuerdo con líderes católicos, el culto promovido por García se basa en interpretaciones distorsionadas y manipuladas de las Escrituras. Además, tiene el propósito de justificar su autoproclamación divina y obtener beneficios económicos de sus seguidores.

Monseñor Francisco Hernández, sacerdote y teólogo de la diócesis de Miami, comentó:

«Es preocupante que personas como Lisbet García utilicen la fe para promover ideas que contradicen los fundamentos del cristianismo. Su proclamación como esposa de Dios no solo es teológicamente insostenible, sino también una ofensa grave contra la doctrina cristiana, que reconoce a Cristo como el único mediador entre Dios y los hombres».

Asimismo, la iglesia católica ha señalado que movimientos como Rey de Salem fomentan la idolatría y se apartan de las enseñanzas de Jesús.

Según un comunicado emitido por el Vaticano, «cualquier doctrina que atribuya características humanas o duales a la figura de Dios cae en el error del antropomorfismo, que contradice la naturaleza divina tal como ha sido revelada en las Escrituras».